lunes, 12 de mayo de 2008

Psiquiatría: El otro servicio en caos


Imputados hacen de las suyas en el recinto de salud.

El hospital "Hernán Henríquez Aravena" de Temuco está colapsado. Conocido es el problema de las listas de espera y la saturación en el servicio de urgencia por la falta de camas y personal. A esto se suma una nueva dificultad: El deplorable estado del Servicio de Psiquiatría.
Una investigación periodística en terreno reveló que en este servicio había una sobrepoblación de pacientes psiquiátricos divididos entre enfermos comunes e imputados. Estas personas convivían en un espacio reducido, cerrado e inseguro. Unos pocos dormían en camas y el resto en el suelo, y los ataques a los funcionarios eran frecuentes.
A siete días de esa visita periodística, nuevos antecedentes agravan más el escenario.
En la práctica, este servicio es el único centro de derivación de la Novena Región para pacientes psiquiátricos agudamente perturbados, llegando a tener un porcentaje de ocupación de camas del 130 por ciento, según informes emitidos al Servicio de Salud Araucana Sur el año 2004.

ABUSOS DE PODER

El asunto es más crítico cuando el poder delictual de los imputados se sobrepone a los pacientes comunes.
Según la versión de enfermeras, de los 28 pacientes atendidos, 16 son imputados. En la convivencia diaria, estos reos -muchos de ellos con un denso prontuario policial- menoscaban a los enfermos psiquiátricos a tal punto que son ellos los que utilizan las camas y las mejores dependencias del recinto. Los pacientes reales duermen sobre colchonetas en el piso.
Asimismo, abunda el tráfico de ropa, cigarrillos y otros elementos que provienen desde el exterior, escapando a todo control interno.
Las muestras de poder de estos imputados hacia los pacientes comunes son constantes. "Ellos se agrupan en ciertos sectores y se comportan tal cual lo hacen al interior de un centro penitenciario" dice una de las enfermeras del lugar.

INSEGURIDAD

Esta misma profesional agregó que muchos de los imputados tienden a fingir síntomas psiquiátricos para estar en este recinto, a sabiendas que las medidas de resguardo en el lugar son mínimas.
En el día sólo hay uno o dos funcionarios de Gendarmería y no están a cargo de la seguridad del servicio, sino que están ocupados vigilando a ciertos imputados por lo que permanecen ajenos a los conflictos, a pesar que el sitio que comparten con la población del lugar y los funcionarios de la salud, tiene escasos metros y unas pocas salas.
Esta falta de seguridad ha provocado la fuga de algunos imputados y enfermos psiquiátricos, al no haber resguardo en las puertas del recinto o algún sistema de cierre.
Desde la aplicación de la Reforma Judicial, instancia que determinó el traslado de imputados a este servicio, que hay denuncias constantes al Servicio de Salud Araucanía Sur sobre estos asuntos y las precarias condiciones en que habitan los pacientes. Tras diez años de permanencia del actual servicio, se piensa que la solución a los conflictos esté en la apertura del nuevo servicio de salud mental ubicado por calle Blanco a un lado de Urgencias.

Por Francisco Carrasco

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