Fiestas swinger en Temuco

Pareja de santiaguinos trajo esta actividad a la
capital regional como una idea que podría
transformarse en un buen negocio. Hoy parece que se trata de un fenómeno que llegó para quedarse.

No quiso dar a conocer su nombre real y prefiere que le digan Marcia. Es originaria de Santiago y llegó a Temuco junto a su pareja hace algo más de tres años, para crear proyectos nuevos. No pasó mucho tiempo e instauró una agencia de "señoritas" para satisfacer las necesidades de caballeros solitarios, en un proyecto que de innovador no tenía mucho.
Pero la "empresa" comenzó a tener un giro cuando las damas señalaban a sus jefes, de regreso de prestar sus servicios, que sus efusivos clientes poseían variadas fantasías, donde la más recurrente era la de participar en tertulias en grupos, o por lo menos, alguien con alguien más aparte de la pareja estable.

TRES NO SON MULTITUD

Con este antecedente, los "empresarios del placer" se percataron que existía un nicho que explotar en Temuco: satisfacer a matrimonios, muchas veces maduros, que deseaban salir de la rutina y probar algo nuevo. "Por ello se nos ocurrió organizar fiestas swinger", explica Marcia.
El intercambio de parejas, que en inglés se denomina swinging, también se entiende como un estilo de vida de intercambio o simplemente Lifestyle, que incluye un amplio rango de actividades sexuales realizadas entre tres o más personas, o intercambiadores, que en inglés se denomina: Swinger.
Fue así como Marcia y su pareja se dio a la tarea de organizar una fiesta de estas características en Temuco. La cita fue el 26 de abril.
La organizadora no quiso informar dónde fue el evento, y sólo explicó que se realizó en un local ubicado en las cercanías de Temuco, donde asistieron diez parejas. Tal fue el éxito de esta reunión que los organizadores planean repetir el evento una vez al mes.

ROMPER EL HIELO

- ¿Cómo se organiza una fiesta swinger?
- Al comienzo nosotros les damos una pequeña charla a los participantes, para que no se sientan incómodos, que no crean que se trata de algo sucio o morboso. Luego se presenta un stripper pensado para animar a las damas presentes. Para que los varones rompan el hielo, se les presenta una vedette. Pensamos en el ambiente, en lo que se va a consumir, cuántas horas dura la fiesta. Ofrecemos whisky, frutas tropicales, mucha crema en las mesas, bandejas con profilácticos, música, temperatura adecuada, al igual que la luz.
- ¿Quiénes atienden a las parejas?
- Sólo las personas necesarias, nosotros, los anfitriones, y la persona que prepara los tragos.
- ¿Qué sucede luego?... ¿se logra concretar algo entre las personas?
- Claro, luego de la música, los traguitos, las parejas comienzan a agarrar más confianza, se empiezan a conocer, vienen las caricias y ya.
- ¿Pero existen habitaciones apartadas para facilitar el contacto algo más íntimo?
- No, la idea del swinger es justamente que todo sea público. Se trata de un living grande en dónde todos se ven y se intercambian.
- ¿Alguien se arrepintió luego de ver que su pareja intimaba con otra persona?
- No, las condiciones eran justamente esas. Si alguien va a una fiesta o reunión swinger, sabe que eso pasará, por tanto todos tenían claro a lo que iban.
- ¿Cuál es tu opinión personal sobre este tipo de reuniones?
- Nunca he tenido tapujos con lo relacionado a la sexualidad. No me espanto con nada, mientras exista confianza en la pareja, todo está permitido.

EXPERIENCIA PERSONAL

- ¿Qué le dirías a las personas que no aprueban estas fiestas?
- Les preguntaría que si alguna vez tuvieron una fantasía de hacer algo diferente, algo fuera de lo común con su pareja. Si es así, no tiene nada de malo.
- ¿Tú has participado en fiestas swinger?
- En Temuco no, pero en Santiago sí, con mi pareja.
- ¿Y qué tal la experiencia?
- Bueno, al principio tenía pudor con el cuerpo o por el tener que hacer el amor frente a otras personas, pero eso se supero luego. En todo caso, esa experiencia involucró caricias, besos y nada más.
- ¿Cuáles son las proyecciones en esta actividad?
- La idea es hacer estos encuentros una vez al mes y que las personas comprendan que la sexualidad no es pecado, no es malo.


Por Guido Rebolledo C.