lunes, 21 de julio de 2008

Tranquilidad y mesura

Escribe David Jouannet, seremi de Agricultura

La situación del volcán Llaima y la economía, dos temas tan disímiles, pero en ambas se debe planificar estratégicamente y con tranquilidad, informándose oportuna y verazmente para tomar decisiones en concordancia con la realidad que se presenta y prevé en el futuro cercano. Es lo que se ha hecho en el caso de la erupción del Llaima, por parte de las autoridades regionales y del sector silvoagropecuario en particular, tomando todas las medidas preventivas posibles para impedir que los pequeños productores, aledaños al área, vean amenazada su fuente de ingresos. En el tema económico, sufrimos un impacto, no producto de variables internas sino de externalidades que se han generado en el resto de las economías y que dada la globalidad imperante han rebotado en el país y, por supuesto, en La Araucanía.
Sin embargo, al igual que en el caso del volcán, las medidas para atenuar dichos impactos se han tomado con razonable anticipación, producto de ello es el fortalecimiento del dólar frente a la apreciación del peso, que si bien es cierto perjudica en cierta medida al sector de comodities por el alza en el precio de los insumos para la siembra, beneficia al sector exportador de la región, al mejorar su competitividad frente a los mercados.
Por otro lado, la oportuna información de mercados internos y externos que proporciona el Ministerio de Agricultura, a través de sus servicios, ha permitido a los productores tomar sus decisiones de inversión y siembra.
Por último, los comodities, producto de la mayor demanda de las economías emergentes, mantendrán los actuales precios y atenuarán en parte el alza en los insumos y el sector exportador puede mirar el tranquilo el futuro, ya que las medidas para aminorar la apreciación de nuestra moneda van en sentido correcto e igualmente la demanda por nuestros productos alimentarios es creciente.

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