lunes, 7 de julio de 2008

Joven de 20 años muere por mortales estocadas a metros de un pub en la Avenida Caupolicán

Por ahora la Sección de Investigaciones de Carabineros no da con los culpables de este
asesinato en las afueras de un local nocturno.


"Si no hace nada la policía, lo voy a hacer yo. No importa que me vaya a la cárcel. Ellos me robaron el corazón".
Lágrimas provocadas por la pena y la ira surcaron el rostro de Luis Uribe al proferir esta amenaza en las afueras del salón velatorio del Cementerio Jardín Las Flores, camino a Chol Chol.
Su hijo, Manuel Jesús Uribe Troncoso, a sus cortos 20 años, yacía en el féretro dejando como recuerdo vivo, una esposa y un hijo de 3 años.
La violencia terminó con su vida en la esquina de la calle Blanco y la Avenida Caupolicán, la madrugada de ayer. Una mortal estocada en el pecho puso abrupto fin a una alegre noche de "carrete" con su esposa, Deysi Mardones, y tres amigos (dos hombres y una mujer).

NOCHE DE CARRETE

El pub "La Piedra", ubicado en las dependencias del ex restaurant "El Túnel", fue el sitio escogido por el joven matrimonio para festejar. Esa noche fue de ameno diálogo, algo de alcohol, y baile. Los temas de conversación de Manuel se centraban en su hijo, su reciente matrimonio, el Club Lavandero, su trabajo en el Frigorífico Temuco y su gran pasión: la Universidad de Chile.
La noche se hizo corta. El reloj marcaba poco más de las 4 de la madrugada y había que volver a casa, sin embargo, antes había que comer algo.
Cruzaron la calle hacia el conocido local de comida rápida Mak Sándwich, uno de los sitios preferidos por jóvenes estudiantes y de tribus urbanas que se divierten en el circuito de pubs universitarios de la Avenida Caupolicán.
Ya habían comido y se retiraban del lugar, pero Deysi decidió volver para ir al baño del local. En ese momento, tres jóvenes "flaites" —según la versión de los acompañantes de Manuel— comenzaron a hacer comentarios ofensivos sobre la esposa del joven y la amiga, que resultaron poco tolerables para Manuel.
Los insultos y acoso comenzaron entre ambos grupos y fueron subiendo de tono.
Todo desencadenó en una violenta pelea en las afueras del local de comida rápida. Los amigos golpearon con puños y pies a los acosadores quienes escaparon del lugar.
En el ambiente quedó la sensación que las ofensas habían sido pagadas por parte de los tres amigos. Sin embargo, la venganza estaba por venir.
Los agredidos retornaron acompañados por 6 ó 7 individuos, casi todos armados con punzones y cortaplumas, según el testimonio de testigos.
Manuel advirtió la presencia del grupo, pero no alcanzó a reaccionar. Tres estocadas en la espalda y otra en el pecho propinadas con un punzón lo hirieron gravemente. Cayó al suelo. Los gritos de Deisy —quien a esa hora ya había salido del local— no mermaron la violencia del grupo que también atacó a los amigos de Manuel provocándoles cortes y golpes en todo el cuerpo. Incluso uno de ellos recibió un profundo corte en la cara mientras que a la amiga de Deisy le golpearon el rostro y las extremidades con puños y pies.
La pandilla cobró así su vendetta y huyeron sin dejar pruebas.
Manuel quedó en el suelo, perdiendo mucha sangre, pero con vida.
No hubo tiempo para esperar la ambulancia. Adoloridos, sus dos amigos cargaron el cuerpo y lo llevaron a la urgencia del hospital regional donde Manuel perdió la vida minutos después.
Durante el resto de la jornada, horas después del trágico suceso, en la villa Arquenco, sector Pedro de Valdivia, los padres de Deisy no lo podían creer. Entristecidos miraban a su nieto, quien había quedado a su cuidado.

Por Francisco Carrasco M

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