Sexo, drogas y alcohol en el centro de Temuco

Una noche con Carabineros fue suficiente para entender el aumento de los delitos que llevaron a que hace unas semanas fuera muerto un hombre en la calle.

Prostitutas y travestis esperan en cada esquina a sus "clientes" para así obtener algo de dinero temprano y no arriesgarse a ser asaltadas por delincuentes. La música de las discotheque y pub se escucha a más de dos cuadras, mientras los conductores desafían los límites de velocidad. En la oscuridad que cada árbol de plaza ofrece, los jóvenes se instalan a tomar pisco de mala calidad (a sólo tres mil pesos la botella, incluida la bebida). Mientras, por las radios de Carabineros se da cuenta de vehículos encargados, agresiones y robos en plena vía pública.
Así es el panorama del centro de Temuco, un lugar que se ha convertido en un peligro para quienes transitan por la ciudad. Un lugar donde el sexo, las drogas y el alcohol están presentes.
Las estadísticas son claras, los detenidos por lesiones en el cuadrante que abarca el centro de Temuco llegan a 70 durante el primer semestre de este año (enero a junio). En 2007 sólo hubo 33 (en el mismo período) lo que disparó las estadísticas en un 112%, según los datos de Carabineros. Los números explican, en parte el nivel de violencia que rige, la que ya cobró una víctima fatal este año, el electricista Manuel Mora Medina, quien falleció la madrugada del sábado 14 de junio de una puñalada dada por unos supuestos ladrones.
Es por lo mismo que el fin de semana, Carabineros intensifica su intervención y con todas las secciones y unidades, salen a la calle para comenzar un operativo que termina con más de 70 detenidos y 7 infracciones a los locales de ventas de alcohol, en sólo 4 horas.

A PONER ORDEN

El mayor, Alfonso Fernández, es el encargado de instruir a sus carabineros respecto a la necesidad de controlar el centro de la ciudad. Aclara que sólo una denuncia se hace cada cuatro delitos y que es momento de ponerse en orden.
Pasada la medianoche en cada una de las esquinas del centro de Temuco, especialmente en la Plaza de Armas y Teodoro Schmidt, un grupo de mujeres se instala a prestar servicios sexuales.
Carabineros las reconocen y les controlan los carnés sanitarios. Con ellos pueden trabajar sin ir contra la ley. "Yo soy una madre de 3 hijos y no tengo donde más trabajar que acá en la calle. Es peligroso, pero le llevo dinero a mis hijos, además tengo que pagarle a su abuela para que los cuide y de dónde quieren que saque plata si no es como prostituta. Si no es tan fácil cuando uno no tiene el cuarto medio terminado", asegura Marcela, una guapa mujer de ojos verdes y de sólo 30 años, vestida con un sweter y jeans y que no tiene problemas con entregar su carné e información a la policía.
Las patrullas siguen recorriendo las plazas del centro de Temuco. Quienes transitan por las calles ven a carabineros y caminan más rápidos, mientras otros tantos agradecen la seguridad prestada.
Es el turno de la Plaza Teodoro Schmidh, un mítico lugar donde es posible encontrar desde travestis hasta borrachos, pasando por jóvenes drogados.
Fue ahí cuando las fuertes canciones de guitarras que salían de la glorieta alertan a la policía, la que fiscaliza. En el lugar cae el primer detenido. Un joven que estaba bebiendo y que al ver a los uniformados los insulta. "Nosotros somos un grupo de música que está celebrando un cumpleaños, si no estamos haciendo nada malo", alega un artesano.
De pronto, mientras se hace el control de identidad de cada uno de los contertulios, otra patrulla solicita ayuda en una persecución de un automóvil Nissan robado y que está siendo perseguido por el sector de Pedro de Valdivia. A más de 100 kilómetros por hora, cruzando semáforos en rojo carabineros emprende su labor de encontrar a quienes están conduciendo el vehículo. Por todas las poblaciones es buscada, pero nada. De alguna manera desaparecen. Nada da resultado en la búsqueda. Solo media hora después el vehículo aparece sin ocupantes. Algo común en estos tiempos.
De vuelta a la plaza Teodoro Schimtd un grupo de travestis, de altas botas, pelo largo y escote, está en la esquina. Son controlados, porque están bebiendo y tras no contar con el carné son subidos al carro, pues están bajo la ilegalidad.
Es impresionante la cantidad de jóvenes tomando en las calles y en las plazas. Con sólo 18 años un grupo de seis ellos fue controlado en la plaza y con pisco en mano y en estado de ebriedad no muestran temor por Carabineros e incluso los invitan a beber. Son detenidos, pero no son los únicos. En cada esquina otros más estaban igual de borrachos, sin importar si son mujeres u hombres. Están todos igual y en el centro de la ciudad.

Por Tania Márquez Kacic